Pero hay algunas que me gustan especialmente. Sé que usar aquí el verbo gustar para lo que quiero expresar es simplificar demasiado pero creo que me puede valer para titular y etiquetar esta lista de fotos que son importantes para mí y que quiero ir colgando en el blog.
Aquí va la primera de ellas:
Eleanor y Barbara, 1953
Las dos personas que están en esa cama, una de ellas tratando de echar una siesta de verano y la otra jugando encima, son Eleanor y Barbara, la mujer y la hija del fotógrafo Harry Callahan [1912-1999].
Me gusta mucho enseñar esta foto en mis talleres desde hace muchos años. Y cuando la muestro suelo contar que me gusta imaginar que él también estaba echando la siesta con ellas, también desnudo, también con ese gusto y esa modorra que da sentir el fresquito en el interior de una habitación cuando sabes que fuera el sol del verano aprieta. Y que en algún momento de esa tarde, su mente y su ojo de fotógrafo se dieron cuenta de que ahí podía haber una foto interesante. Suelo contar que me gusta pensar que se levantó a por la cámara, preparada siempre en algún sitio cerca por si acaso, que hizo tres o cuatro o siete fotos (yo he visto cuatro o cinco fotos de la serie), y que a continuación dejó la cámara para volver a tumbarse junto a ellas.
A veces uno piensa en cómo fotografiar el placer de una siesta de verano, en cómo registrar en una imagen el gusto de estar pasando un rato con quien quieres, en cómo 'meter' en una foto esas sensaciones... Cada vez que veo esta foto siento que aquí, sin duda, está todo eso.
***
Al buscar a Harry Callahan en la wikipedia para vincularlo aquí me encuentro con esta cita:
No puedo decir qué es lo que hace una fotografía. No puedo decirlo. Es misterioso. Abres el obturador y dejas el mundo entrar.
Pues eso...
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