Nicaragua, mayo de 2011.
Muchas veces uno no sabe dónde puede encontrar una foto interesante. Llegas a un lugar que te interesa, miras, caminas, haces alguna foto, das vueltas, curioseas, vuelves a mirar, haces unas cuantas fotos más... y luego, cuando te vuelves a subir al coche para volver a casa y mirar si has logrado hacer algo que merezca la pena, de repente, alguien te mira como invitándote a que le fotografíes, a que registres con tu cámara ese camino que estáis haciendo juntos, ese encuentro casual y muy probablemente irrepetible.
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